domingo, 20 de julio de 2025

El profeta Habacuc disputa con Dios.

 


El libro se desarrolla en una controversia que tiene el profeta Habacuc con Dios, por las visiones que ve, y clama a Dios en medio de todo lo que ve, y le exige una explicación a Dios por lo que ve. Pareciera que el profeta no ve con sus propios ojos, la situación vergonzosa de su pueblo. Y dios le muestra al profeta la verdadera situación que vive su pueblo. Como si Dios pasará por cada situación de maldad en sus casas, donde nadie los ve, y en los lugares donde nadie los mira, y observa todo lo que hacen, muestras el profeta ve con los ojos de Dios la visión sin comprender Dios le da una respuesta justa, sabia y de juicio, por todo lo que ha hecho su pueblo, y que levantara a la nación de Babilonia para ejecutar su juicio. Pero luego la misma Babilonia beberá de la copa de su juicio, por el mal trato que hizo a su pueblo, cuando con justicia él lo castiga y hace juicio a través de Ella. Ella recibirá esta copa de juicio por no dar gloria a Dios por su fuerza, sino a atribuir al dios de su fuerza. O hacer de su fuerza un dios. Por último, el profeta Habacuc, después de comprender las respuestas que recibe de Dios de su clamor hace una oración reconociendo, comprendiendo y recordando todas las proezas de Dios, y que Dios sí ha venido en su exilio. 


La visión y clamor del profeta por el mal.

a. 1:1 La profecía del profeta Habacuc. 

b. 1:2 ¿Jehová, hasta cuándo clamaré, y no me escucharas? Me canso de gritar, para que nos libre de la violencia y no has venido a salvarnos.c. 1:3 ¿Porque miro y solo veo hechos de iniquidad a mi alrededor, y siempre estoy viendo un continuo comportamiento hacia el mal? Constantemente mis ojos están viendo hechos de destrucción, violencia, pleito y contienda. 


El profeta disputa y se queja con Dios.

a. 1:12 En efecto ¿No eres tú desde el principio, oh Jehová, Dios mío, ¿Santo mío? Nosotros no moriremos. Oh Jehová, sino que tú lo pusiste para hacer juicio. Y tú, oh Roca, lo fundaste para castigar. 

b. 1:13 Tu eres santo, y no miras el mal, ni puedes ver la ofensa. Por consiguiente ¿por qué ves a los que menosprecian a tu pueblo, y callas cuando destruye el impío al más justo que él. 

c. 1:14 ¿Y porque permites que los hombres se multipliquen como los peces del mar, como reptiles que no tienen quien los gobierne? 


Dios responde al profeta.

a. 2:4 Mira, todo aquel cuya alma no es recta, que se cree justo, se enorgullece; más el justo por su fe vivirá. 

b. 2:5 También, te digo, el que anda siempre tomando vino es un hombre traicionero, soberbio, que no permanecerá; su alma se engrandeció como el Seol. Anda buscando siempre la muerte de sus víctimas, y no se sacia de matarlos. Antes bien reunió a todas las gentes para su provecho, y reunió a todos los pueblos para engrandecerse. 

c. 2:6 Por esta razón, le compondrán estos refranes, y sarcasmos contra él. Dirán: ¡Ay de este que multiplicó los bienes y propiedades que no era del! ¡Cuándo se cansará de acumular tantas posiciones y bienes! 

d. 2:7 Tarde o temprano, a ti también, te sucederá de repente, que todo lo que has hecho a las naciones, también te lo harán a ti. Amanecerá y se despertarán, vendrán a tu Nación los que te harán temblar, y tú vendrás a ser un despojo para ellos. 

e. 2:8 Por cuanto tú has despojado a muchas naciones, todos los otros pueblos te despojaron. Por causa de la sangre que has derramado de los hombres, por todos los robos que hiciste de la tierra, de las ciudades y de todos los que habitan en ellas. 


Las causas del justo juicio de Dios.

a. 2:9 ¡Ay del que codicia injusta ganancia para construir su casa, para poner en alto su residencia, para escaparse del poder del mal! 

b. 2:10 El consejo que tomaste es vergonzoso para edificar tu casa. Porque para lograrlo, asolaste a muchos pueblos, y has pecado contra tu vida. 

c. 2:11 Porque, consultan a la piedra, y claman desde el muro, esperando que la tabla del enmaderado de sus ídolos le responda. 

d. 2:12 Por eso ¡Ay del que edifica en la ciudad derramando la sangre para lograrlo, y con toda la violencia, sin misericordia, dando muerte, así fundan a una ciudad! 

e. 2:13 Este consejo no proviene de Jehová de los ejércitos. Porque los pueblos y las naciones se fatigan en vano, con este trabajó. Porque serán consumidos por el fuego. 

a. 2:15 ¡Ay del que dan de beber a su prójimo! ¡Ay de ti, que le acercas tu veneno, le embriagas para poder desvestirlo y mirar su desnudez! 

b. 2:16 Te has llenado de deshonra más que de honra. Por tanto, tú también beberás y serás descubierto; cuando de la mano derecha de Jehová te dé, de la copa de su juicio contra ti. Quedaras avergonzado, y vomitaras tu hiel, por verte deshonrado. 

c. 2:17 Porque el Líbano caerá sobre ti devastando, y la destrucción de las fieras te quebrantará. A causa de la sangre que derramaste de los hombres en las ciudades, del robo que cometiste, quitándoles la tierra de las propiedades a todos los habitaban de ella. 


El juicio por la idolatría.

d. 2:18 ¿De qué sirve la escultura al que esculpió, al que la hizo? ¿la estatua de fundición que enseña mentira, para que haciendo imágenes mudas confíe, el hacedor del ídolo, en su obra? 

e. 2:19 ¡Ay del que dice al palo: ¡Despiértate! Y a la piedra muda: ¡Levántate! ¿Podrá él enseñar? Mira, entiende, está cubierto de oro y plata, y no hay espíritu dentro de él.


El profeta comprende y reconoce que Dios es justo

 El vino a socorrer a su pueblo.

     b. 3:2 Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. 

Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, 

En medio de los tiempos hazla conocer; 

En tu juicio acuérdate de la misericordia. 

a. 3:13 Saliste para socorrer a tu pueblo, 

Para socorrer a tu ungido. 

Traspasaste la autoridad del imperio del impío, 

Descubriendo lo más profundo de sus maquinaciones. Selah 


Oración de confianza en Dios de Habacuc.

a. 3:17 Aunque la higuera no florezca, 

Ni en las vides haya frutos, 

Aunque falte el producto del olivo, 

Y los labrados no den mantenimiento, 

Y las ovejas sean quitadas de la majada, 

Y no haya vacas en los corrales; 

b. 3:18 Con todo, yo me alegraré en Jehová, 

Y me gozaré en el Dios de mi salvación. 

c. 3:19 Jehová el Señor es mi fortaleza, 

El cual hace mis pies como de ciervas, 

Y en mis alturas me hace caminar. 

Comparación de Habacuc 3:3-4 y Deutoronomío 33:2

 



a. 3:3 Dios vendrá de Temán, Jer 49:7

Y el Santo desde el monte de Parán. Selah 

Su gloria cubrió los cielos, 

Y la tierra se llenó de su alabanza. 

b. 3:4 Y el resplandor fue como la luz; 

Rayos brillantes salían de su mano, 

Y allí estaba escondido su poder. 

“El profeta nombra a Temán, se refiere a la tierra de los descendientes de Esaú. Gén 36:11, 15,42; 1 Cr 1:36. También Temán se refiere a un sitio, según Jeremías y Ezequiel, donde Dios le hace juicio a Edom. Jer 49:7; Ez 25:13. Habacuc en su alocución de su canto, dice que Dios viene de Temán. Por otro lado, dice que el Santo viene desde el monte Parán. Paran, se refiere al sitio donde llegan los israelitas después de abandonar el Sinaí. Núm 10:12. Ubicado entre Cades y el Neguev. Núm 13:26; 33:36. El profeta Habacuc hace alusión, recordando a la oración de bendición de Moisés a los hijos de Israel. Y compone la canción muy conocida en el mundo cristiano.

    

    En comparación con Deu 33:2. Moisés Dijo: Del monte Sinaí viniste, Señor; desde Seir dejaste ver tu esplendor. Desde el monte de Parán resplandeciste cuando viniste entre millares de santos, con la ley de fuego en tu mano derecha. 
Esta fue la primera vez que vieron a Dios en el Sinaí. Moisés se los recuerda en la bendición que le da a Israel. La ley de fuego, representa el juicio por su incumplimiento.

 


Habacuc sigue diciendo que Dios viene con juicio. 

a. 3:5 Delante de su rostro se miraba la mortandad, 

Y debajo de sus pies salían carbones encendidos. 

c. 3:6 Se levantó, y midió la tierra; 

Miró, e hizo temblar a las gentes; 

Los montes antiguos fueron desmenuzados, 

Los collados antiguos se humillaron, se hundieron. 

      Sus caminos son eternos.

“El pueblo incumplió su ley, y por eso Dios les hizo juicio”.

Dios vendrá desde Temán a Parán

 


Habacuc

a. 3:3 Dios vendrá de Temán, 

Y el Santo desde el monte de Parán. Selah 

Su gloria cubrió los cielos, 

Y la tierra se llenó de su alabanza. 

b. 3:4 Y el resplandor fue como la luz; 

Rayos brillantes salían de su mano, 

Y allí estaba escondido su poder. 


“El profeta nombra a Temán, se refiere a la tierra de los descendientes de Esaú. Gén 36:11, 15,42; 1 Cr 1:36. También Temán se refiere a un sitio, según Jeremías y Ezequiel, donde Dios le hace juicio a Edom. Jer 49:7; Ez 25:13. Habacuc en su alocución de su canto, dice que Dios viene de Temán. Por otro lado, dice que el Santo viene desde el monte Parán. Paran, se refiere al sitio donde llegan los israelitas después de abandonar el Sinaí. Núm 10:12. Ubicado entre Cades y el Neguev. Núm 13:26; 33:36. El profeta Habacuc hace alusión, recordando a la oración de bendición de Moisés a los hijos de Israel. Y compone la canción muy conocida en el mundo cristiano. De 33:2.

El profeta Habacuc disputa con Dios.

  El libro se desarrolla en una controversia que tiene el profeta Habacuc con Dios, por las visiones que ve, y clama a Dios en medio de todo...